domingo, 5 de febrero de 2017

Un deseo.


Y jugaba, mientras la última colilla encendida aún prendaba, y su sombra se escapaba entre mis sábanas. Y yo, de pie, al lado de mi cama, solo pensaba en tocarla. Me miraba, y se excitaba.
Quería conocer su sabor, quería humedecerla tanto...
Quería ver como su pasión me cabalgaba, poseerla, atraparla.
Quería clavarle mis ganas, deshacerme en sus entrañas.
Deseaba cada una de sus curvas, todas sus terminaciones delicadas y con mi miembro, desdibujarlas.
Sus pupilas dilatadas y su boca ocupada.
Gemidos susurrados, sus uñas en mi espalda.